Cerveceros de España, entidad que representa a la práctica totalidad de la producción de cerveza en nuestro país, quiere mostrar su preocupación por el grave impacto humano, social y económico que la pandemia de Covid-19 está causando.
El Covid-19 también ha cambiado radicalmente los hábitos ligados al consumo de algunos alimentos como la cerveza que, aunque se incrementa en el hogar a causa del confinamiento, cae drásticamente por el cierre de la hostelería. Según estimaciones del sector, el incremento de ventas de cerveza en el canal de distribución desde que se toman las primeras medidas por el Covid-19 no llega al 20%. Con todo, estos datos no bastan para compensar la ausencia de consumo de cerveza en hostelería, que representa el 67% del total en nuestro país en circunstancias normales, y que es el que aporta mayor valor añadido a la economía nacional.
Son varias las fases por las que ha evolucionado el consumo de los españoles durante el confinamiento. Así, si en un principio las compras se centraron en productos de primera necesidad para llenar la despensa y a continuación vimos cómo éstas se diversificaron hacia productos más cotidianos, como son los frescos. No es de extrañar por tanto que la cerveza también experimentara un repunte en ventas en alimentación en esos días, puesto que se trata de un producto transversal y consumido por la mayoría de los adultos españoles en moderación, si bien normalmente se consume fundamentalmente en locales de hostelería.
La mayor parte de consumo de cerveza en nuestro país se produce en los bares y restaurantes, y en contexto de socialización con familiares, amigos o compañeros de trabajo. En ausencia de esta posibilidad, los españoles no han querido renunciar al momento de disfrutar de esta bebida en sus hogares; pero las restricciones de movilidad, que impiden lógicamente el encuentro social también en las casas y tras la práctica deportiva, entornos estrechamente vinculados al patrón de consumo de cerveza, hacen que el trasvase de consumo de hostelería al hogar no sea total, sino muy limitado.
Con todo, cabe destacar numerosas iniciativas que los españoles están llevando a cabo para maximizar sus momentos de socialización, como quedadas virtuales en las que grupos de familiares o amigos disfrutan de una cerveza mientras toman algo de picar, replicando en la medida de lo posible lo que harían de estar en un bar o restaurante. Estas situaciones están alineadas con el consumo habitual de cerveza en nuestro país, que se hace casi siempre junto a otros alimentos y en buena compañía, de manera responsable y moderada.
“Nos congratula comprobar lo que la cerveza representa para los españoles, que tanto echan de menos esos momentos de encuentro asociados a nuestro estilo de vida, tan social y de relaciones, en los que nuestro producto juega un papel relevante. Pero el sector cervecero se encuentra profundamente preocupado por las graves consecuencias que el COVID-19 va a tener sobre las más de 500 cerveceras de nuestro país, así como las que sufrirán el sector del turismo y la hostelería, integrado en su mayoría por pymes y autónomos, y que constituye uno de los principales motores económicos y sociales de España”, ha apuntado Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España. “Por ello, ello pedimos políticas e iniciativas legales que garanticen la continuidad operativa de los profesionales y empresas del sector cervecero, independientemente de su tamaño, así como de la hostelería y de los sectores interdependientes de la misma”.
El sector cervecero español en su conjunto pone a disposición de las autoridades competentes aquellas instalaciones, vehículos, productos de limpieza y desinfección y cuantos elementos se encuentren a su alcance que puedan resultar de utilidad ante esta emergencia sanitaria, independientemente de las iniciativas individuales que ya están surgiendo (donación de desinfectantes, de alcohol resultante de la desalcoholización de la Cerveza SIN para su destilación y transformación en desinfectantes, de equipos de protección individual o iniciativas de apoyo a la hostelería, entre otras).
El Covid-19 también ha cambiado radicalmente los hábitos ligados al consumo de algunos alimentos como la cerveza que, aunque se incrementa en el hogar a causa del confinamiento, cae drásticamente por el cierre de la hostelería. Según estimaciones del sector, el incremento de ventas de cerveza en el canal de distribución desde que se toman las primeras medidas por el Covid-19 no llega al 20%. Con todo, estos datos no bastan para compensar la ausencia de consumo de cerveza en hostelería, que representa el 67% del total en nuestro país en circunstancias normales, y que es el que aporta mayor valor añadido a la economía nacional.
Son varias las fases por las que ha evolucionado el consumo de los españoles durante el confinamiento. Así, si en un principio las compras se centraron en productos de primera necesidad para llenar la despensa y a continuación vimos cómo éstas se diversificaron hacia productos más cotidianos, como son los frescos. No es de extrañar por tanto que la cerveza también experimentara un repunte en ventas en alimentación en esos días, puesto que se trata de un producto transversal y consumido por la mayoría de los adultos españoles en moderación, si bien normalmente se consume fundamentalmente en locales de hostelería.
La mayor parte de consumo de cerveza en nuestro país se produce en los bares y restaurantes, y en contexto de socialización con familiares, amigos o compañeros de trabajo. En ausencia de esta posibilidad, los españoles no han querido renunciar al momento de disfrutar de esta bebida en sus hogares; pero las restricciones de movilidad, que impiden lógicamente el encuentro social también en las casas y tras la práctica deportiva, entornos estrechamente vinculados al patrón de consumo de cerveza, hacen que el trasvase de consumo de hostelería al hogar no sea total, sino muy limitado.
Con todo, cabe destacar numerosas iniciativas que los españoles están llevando a cabo para maximizar sus momentos de socialización, como quedadas virtuales en las que grupos de familiares o amigos disfrutan de una cerveza mientras toman algo de picar, replicando en la medida de lo posible lo que harían de estar en un bar o restaurante. Estas situaciones están alineadas con el consumo habitual de cerveza en nuestro país, que se hace casi siempre junto a otros alimentos y en buena compañía, de manera responsable y moderada.
“Nos congratula comprobar lo que la cerveza representa para los españoles, que tanto echan de menos esos momentos de encuentro asociados a nuestro estilo de vida, tan social y de relaciones, en los que nuestro producto juega un papel relevante. Pero el sector cervecero se encuentra profundamente preocupado por las graves consecuencias que el COVID-19 va a tener sobre las más de 500 cerveceras de nuestro país, así como las que sufrirán el sector del turismo y la hostelería, integrado en su mayoría por pymes y autónomos, y que constituye uno de los principales motores económicos y sociales de España”, ha apuntado Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España. “Por ello, ello pedimos políticas e iniciativas legales que garanticen la continuidad operativa de los profesionales y empresas del sector cervecero, independientemente de su tamaño, así como de la hostelería y de los sectores interdependientes de la misma”.
El sector cervecero español en su conjunto pone a disposición de las autoridades competentes aquellas instalaciones, vehículos, productos de limpieza y desinfección y cuantos elementos se encuentren a su alcance que puedan resultar de utilidad ante esta emergencia sanitaria, independientemente de las iniciativas individuales que ya están surgiendo (donación de desinfectantes, de alcohol resultante de la desalcoholización de la Cerveza SIN para su destilación y transformación en desinfectantes, de equipos de protección individual o iniciativas de apoyo a la hostelería, entre otras).